Vestido de azul y acompañado de sus abogados Paul Nalven y Alexei Schacht, "Otoniel" leyó un comunicado en el que reconoció su actividad en los grupos paramilitares de Colombia y la seguridad que brindaba a narcotraficantes. Detalló que les cobraban "impuestos" por tener laboratorios en zonas paramilitares.

Considerado por las autoridades estadounidenses y colombianas el máximo jefe del Clan del Golfo, Úsuga se había declarado inocente en mayo de 2022. Luego, se declaró culpable a mediados de enero, según un documento del Departamento de Justicia de EE.UU. al que tuvo acceso CNN.

Los cargos de los que lo acusan son supuesta participación en una empresa criminal continua y conspiración para distribuir narcóticos en el Distrito Este de Nueva York. También está imputado por conspiración marítima de narcóticos en el Distrito Sur de la Florida.

Los cargos fueron trasladados al Distrito Este de Nueva York y acarrean una pena de entre 10 años a cadena perpetua. La Fiscalía recomienda esta última, pero su defensa recordó que, debido al acuerdo de extradición, la medida no se aplica a este caso.

Al declararse culpable, Úsuga renunció a la posibilidad de un juicio y ahora pasa a una instancia de sentencia, cuya fecha está por definirse.

Durante la sesión, la jueza federal Dora Irizarry preguntó a Úsuga sobre su estado de salud, quien señaló que sufre problemas cardíacos y que ha recibido atención y medicinas.

Otoniel, quien era considerado uno de los hombres más buscados en Colombia y por el que se ofrecía una recompensa de US$ 5 millones, permanece en un centro de detención en Brooklyn.

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